Incertidumbre
en el PLD amenaza su unidad y posición política
Contra todos los pronósticos que proyectaban que la organización peledeísta tenía la oportunidad de obtener un buen pastel municipal en una alianza opositora, la dirigencia anunció que no hará “ningún acuerdo”. Dicha posición esfuma la posibilidad de que el PLD, no solo reconquiste las decenas de alcaldías que el PRM le ha arrebatado, sino también de presentarse como la opción verdaderamente ganadora de las municipales, y por ende usar los resultados como una carta de triunfo para el segundo round del proceso electoral.
Con su rechazo a las
alianzas, ahora el PLD corre un gran riesgo. Los días por venir revelarán qué
tan graves serán las consecuencias. Sin embargo, es evidente que el PLD se encuentra
en el centro de dos “aspiradoras”: Una permanentemente encendida desde el
Gobierno y la otra que, venía a baja marcha para evitar nuevas heridas,
aumentará nuevamente de velocidad.
La guerra y la política
Juan Bosch advertía sobre
la similitud entre la guerra y la política. La
decisión del PLD se parece, guardando las distancias, a lo que sucede con Putin.
(el presidente ruso). Buscando escapar de dos “aspiradoras poderosas” que
amenazaban “la grandeza rusa” como China, en el este, y Europa, en el oeste,
inició una guerra contra Ucrania, lo cual ha tenido un costo enorme.
De cara a lo inmediato, el
futuro interno de la organización depende de la armonía que logren las dos facciones
en que se ha dividido su dirección política. Por un lado, hay quienes promueven
una alianza, mientras que por otro lado, existen aquellos que radicalmente desean
seguir por cuenta propia, confiados en la grandeza partidaria.
Hasta que no se encuentre
una solución que satisfaga a ambas partes, el partido seguirá enfrentando crecientes
tensiones y fricciones internas, lo que representa una seria amenaza para su
unidad. El anuncio del aspirante presidencial Abel Martínez de que no habrá
alianza con la Fuerza del Pueblo (FP) en las elecciones municipales de febrero
de 2024 ha generado incertidumbre y controversia dentro de esa organización.
La respuesta de Leonel
Fernández, líder de la FP, afirmando que su partido no está buscando una
alianza, ha complicado aún más la idea de un frente opositor para enfrentar al
Partido Revolucionario Moderno (PRM). La postura de Martínez ha generado dudas
sobre si es una decisión personal o una estrategia para presionar públicamente
por la participación del PLD sin alianzas.
La falta de consenso en
la cúpula del PLD sobre este tema es evidente. El Comité Político del partido
había conformado una comisión de alianzas integrada por el propio Martínez,
Danilo Medina, Charles Mariotti y Francisco Javier García. Antes de esa
decisión, se hablaba de que unos 600 miembros del Comité Central del PLD habían
firmado un comunicado exigiendo una alianza con la oposición en las elecciones
de 2024.
Estas divisiones internas
y la falta de claridad en la postura del PLD amenazan con socavar la unidad del
partido y dificultan la formación de un frente opositor sólido para enfrentar
al PRM.
Desafíos electorales
La incertidumbre sobre la
dirección que tomará el partido y la posibilidad de deserciones hacia otras
agrupaciones políticas plantean un desafío significativo para el PLD en su
objetivo de mantenerse como una fuerza política relevante en República
Dominicana.
Por otro lado, la candidatura de
Abel Martínez ha enfrentado obstáculos de su inicio y su últimos revés fue la
renuncia de su jefe de campaña, lo que ha afectado su posición dentro del
partido y su imagen de cara a los electores. Estas dificultades, sumadas a la
incertidumbre sobre la alianza, han generado más interrogantes sobre su
capacidad para revertir las tendencias que muestran las encuestas.
En conclusión, la situación actual del PLD refleja una profunda división interna y una falta de consenso respecto a la alianza opositora. La incertidumbre y las discrepancias podrían afectar la unidad y la fortaleza del partido morado de cara a las elecciones, dejando al PRM en una posición más favorable. Es crucial que el PLD encuentre una solución que logre conciliar las distintas corrientes y evite fracturas internas que debiliten su capacidad de competir en el panorama político dominicano.