El Partido de la Liberación Dominicana (PLD), la organización más exitosa en el campo electoral de República Dominicana, parece estar al borde de una nueva división que, de producirse, podría fragmentarlo en varias tendencias, encabezadas por los presidenciables del otrora poderoso partido de la estrella amarilla.
Desde su división en el 2019, el partido morado había
logrado capear, con ciertos éxitos, el vendaval provocado por la salida de su
presidente y tres veces presidentes de la República, el doctor Leonel Fernández
y posteriormente su derrota en las elecciones del 2020.
A través de dirigidas aclaraciones, actividades políticas, congreso
y proselitismo adelantado superó las tempestades ocasionadas por la división del
19 y la derrota del 20, hasta a la celebración de la llamada consulta de
octubre del 2022, en la cual fue escogido su actual precandidato presidencial Abel
Martínez Durán.
A pesar de los “sinsabores” causados por los resultados de las
primarias entre los demás competidores, principalmente en la exvicepresidenta Margarita
Cedeño y el exprocurador Francisco Domínguez Brito, estos fueron superados con
la integración de figuras claves a la campaña de Abel, como el presidente y el
secretario general del PLD, Danilo Medina y Charlie Mariotti,
Los temores también se redujeron cuando el propio Abel
Martínez anunció, con bombos y platillos, que su jefe de campaña lo sería
Francisco Javier García, el dirigente peledeísta que ha ocupado el cargo en
todos los procesos exitosos del PLD.
Javier García envió una carta a Martínez, con fecha del 22
de este mes, en la que expuso las razones de su dimisión, entre las que habla
de la falta de confianza con el candidato y la formación de un equipo político
paralelo manejado al margen de la dirección central.
El candidato presidencial del PLD lamentó la renuncia y expresó,
en un comunicado, que independientemente de su decisión, “es una persona que
goza de la más alta valoración y estima”, pero no pidió reconsiderar la
decisión.
La noticia corrió como pólvora y para calmar los ánimos, se difundió
el rumor de que Danilo Medina sería el nuevo jefe de campaña, pero éste lo desmintió
por razones de salud.
“Estaré en la estructura de la campaña, colaborando en todo
lo que esté a mi alcance, pero por razones de salud y prescripción médica, no
estamos en condiciones de asumir el rol de coordinación de las actividades de
campaña”, aclaró Danilo Medina.
Las consecuencias nadie está en condiciones de predecir,
pero los vaticinios de comunicadores y analistas políticos son de que el PLD volverá
a sufrir un cisma que lo fragmentaría en pedazos, según los intereses políticos
de su alta dirección .
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