Más de un
cuarto de millón de dominicanos (268,515) ingresaron el año pasado a la
pobreza por efectos de la pandemia del Covid-19.
Así lo
registra el Boletín de Estadísticas Oficiales de la Pobreza Monetaria 2020
presentado el lunes 15 marzo por el Ministerio de Economía, Planificación y
Desarrollo.
Según la
publicación, la tasa de pobreza monetaria general subió a 23.4%. En el 2019 era
de 21.0%, es decir, un incremento de 2.4 puntos porcentuales. Para una
población de 10.63 millones (2018) representa un total de más 2 millones 487
mil personas viviendo en tales condiciones.
De acuerdo
con el boletín, los programas de mitigación evitaron que 594,745 personas
regresaran a la línea de la pobreza monetaria general durante 2020.
Sumados
ambos grupos: los que cayeron en la pobreza y lo protegido por los programas
sociales, pero que siguen la línea de los vulnerables, unos 862,745 dominicanos
sufrieron un descenso de ingresos debido a la pandemia del coronavirus.
Entonces, si
la economía no se reactiva en los próximos meses veremos un número mayor de
personas sometido a un peligroso retroceso social. Los miles que quedaron,
desde el punto de vista monetario, al otro lado de la raya no están en terreno
sólido para resistir los vaivenes que todavía nos quedan antes de que finalice
la crisis sanitaria.
Los datos
del boletín del Ministerio de Economía y los ofrecidos por la Comisión
Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), a principios de marzo, más o
menos describen esa amenaza que pende sobre la población.
Según el organismo internacional las medidas de protección del Gobierno impidieron que la pobreza se disparara a 25.5%. A esta conclusión llega después de destacar que la pandemia aumentó la pobreza dominicana de 20.3% en el 2019 a 21.8% en el 2020.
Para evitar que subiera el número de pobres, el país destinó RD$122,632.3 millones en programas sociales, según consta en las memorias del Ministerio de Hacienda depositadas en el Congreso Nacional.
Contexto difícil
Todo ocurrió, según la misma Cepal, en medio de un alto endeudamiento latinoamericano, que de acuerdo a la agencia pone en peligro la recuperación económica de la región. El promedio de deuda pasó de un 68.9 % a un 79.3% y donde “todos los países han sufrido un deterioro de la situación fiscal”.
El Banco Central de la República Dominicana en un informe de principio de mes indica que la deuda pública consolidada alcanzó el 69.2% del Producto Interno Bruto (PIB) en el 2020.
Reflexiona en su publicación en Página Abierta, que si el PIB nominal en dólares hubiese mantenido su nivel de 2019, la deuda pública consolidada se hubiese situado en torno al 59.5%, casi diez puntos porcentuales menos que la cifra del 2020. Por efecto de la pandemia, se estima que el año pasado el PIB cayó a unos US$79,000 millones, por debajo del nivel del 2019 que fue de US$89,000 millones.
Si ubicamos en el contexto actual todas las cifras precedentes, se puede concluir que los diseñadores de políticas públicas tienen una gran tarea por delante para plantear soluciones a corto, mediano y largo plazo que ayuden a revertir esta peligrosa amenaza de múltiples factores y evitar que nos encontremos con “la tormenta perfecta”.
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