Luego de una
semana de sobresalto informativo y un fin de semana polémico, el Gobierno inicia este semana arrastrando un
sabor amargo derivado del tener que desmentir, al más alto nivel, a un gobierno
como el de Canadá, conocido por su rigurosidad diplomática en el campo
internacional.
Las
interrogantes derivadas del diferendo bilateral quedan en el ambiente por los
antecedentes ocurridos antes de la polémica por el anuncio de la instalación de
una oficina canadiense en el país para atender asuntos de la policía de Haití.
En los últimos
meses hubo una intensa actividad diplomática entre el gobierno de Canadá y el
gobierno dominicano, cuyo punto culminante ha sido el anuncio de la mencionada
oficina de ayuda.
Desde la conversación telefónica entre el presidente
dominicano, Luis Abinader, y el primer ministro canadiense, Justin Trudeau,
hasta la participación de un representante dominicano en una reunión en Canadá,
se evidencia un diálogo constante que tuvo como colofón el tema haitiano. Las
expectativas seguirán puestas en dónde se produjo el fallo de comunicación.
A la
defensiva
Pero a la
polémica generada por el anuncio de Canadá, le precedieron temas también muy
desafiantes para las autoridades y sus estrategas, que colocaron a la
administración en una posición a la defensiva.
La semana
pasada comenzó con la amenaza de la formación de un frente opositor, se aceleró
con los resultados limitados de la Operación Red Halcón IV, bautizada como una
batida histórica contra redes criminales y, sin que nadie lo estuviera
esperando, terminó con la disputa internacional sobre la instalación de una
oficina en el país para atender asuntos de seguridad de Haití.
Los tres temas,
todavía en evolución, auguran que la administración del presidente Luis
Abinader tendrá otra semana retadora, que al margen de los demás problemas
acumulados, demandará esfuerzos extraordinarios para retomar la ofensiva informativa.
La mirada de la
opinión pública seguirá puesta en los mismos tres temas: Una en el ámbito
político, por saber cuál será el alcance que tendrá la formación o no de un
frente opositor que busca unir a diferentes partidos políticos en contra de los
planes reeleccionistas del gobierno actual. La apuesta gubernamental está en el
fracaso de esta iniciativa. Pero, los planes de sus mentores, como el dirigente
José Francisco Peña Guaba, es unir a los principales partidos de la oposición.
Seguridad
pública
Por otro lado,
estará fija en la esfera jurídica. La gente seguirá esperando más resultados de
la Operación Red Halcón IV, tildado en principio de histórico, pero que todavía
faltan detalles principales, como los avances en la desarticulación de
estructuras delictivas, para saber si se alcanzaron los objetivos de tan
extraordinario despliegue de fiscales y agentes de seguridad. Además, la
revelación de las amenazas a la Procuradora General de la República y su
posterior mudanza a un lugar más seguro y desconocido, multiplicaron las inquietudes
sobre la capacidad del país para garantizar la seguridad y combatir el crimen
organizado.
También, la
población continuará atenta al ámbito internacional para saber cómo fue que
Canadá entendió que tenía el plácet del gobierno para la instalación de una
oficina en el lado dominicano para coordinar ayuda en asuntos relacionados con
Haití. Aunque la Cancillería afirmó no haber autorizado dicha instalación, el
anuncio generó controversias y especulaciones sobre el papel del país en la
gestión de la crisis haitiana.
En conclusión,
si la semana pasada resultó ser desafiante para el Gobierno, entramos en otra
con mayores retos porque se medirán las repercusiones políticas de las
alianzas; se evaluará si las investigaciones de la Operación Red Halcón IV
devolverán la confianza en la seguridad pública, y se tendrá que "hilar
fino" ante lo acontecido con Canadá, porque, por un lado, se ha
cuestionado a un gobierno amigo y, por el otro, se ha despertado la vigilancia
interna por la soberanía nacional.
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